Estoy tumbado en mi cama, con el ordenador, viendo vídeos que me recuerdan el paso del tiempo. No sé por qué, noto como una sensación de movimiento a mi izquierda, así que miro a la terraza. Un pequeño pájaro esta saltando por ella, me da miedo moverme, no quiero asustarle, es casi seguro que cuando estire las piernas para ponerme de pie salga volando. Va dando saltitos, se mete debajo de un silla de madera blanca que ya nadie usa, probablemente buscando algo que comer, migas de pan o algún fruto seco. Pero yo sé que no lo va ha encontrar, ahí no hay nada, acaba de llover y el agua se lo llevó todo. Sigue, saltando, buscando por cada uno de los escasos centímetros de mi terraza. Me paro a pensar; él también sabe que acaba de llover, lo ha visto, seguramente refugiado en algún porche retrasando la hora del vuelo para no mojarse las plumas. Entonces, ¿por qué busca? Y me doy cuenta. Me levanto, y antes de que pueda poner los dos pies en el suelo, el pequeño pájaro, ha salido volando. Sonrío, si no me hubiera puesto de pie nunca lo habría sabido.
viernes, 6 de julio de 2012
Un Pájaro En La Terraza
Estoy tumbado en mi cama, con el ordenador, viendo vídeos que me recuerdan el paso del tiempo. No sé por qué, noto como una sensación de movimiento a mi izquierda, así que miro a la terraza. Un pequeño pájaro esta saltando por ella, me da miedo moverme, no quiero asustarle, es casi seguro que cuando estire las piernas para ponerme de pie salga volando. Va dando saltitos, se mete debajo de un silla de madera blanca que ya nadie usa, probablemente buscando algo que comer, migas de pan o algún fruto seco. Pero yo sé que no lo va ha encontrar, ahí no hay nada, acaba de llover y el agua se lo llevó todo. Sigue, saltando, buscando por cada uno de los escasos centímetros de mi terraza. Me paro a pensar; él también sabe que acaba de llover, lo ha visto, seguramente refugiado en algún porche retrasando la hora del vuelo para no mojarse las plumas. Entonces, ¿por qué busca? Y me doy cuenta. Me levanto, y antes de que pueda poner los dos pies en el suelo, el pequeño pájaro, ha salido volando. Sonrío, si no me hubiera puesto de pie nunca lo habría sabido.
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