Ya estoy de vuelta, otra vez. Vuelvo con las manos vacías, ojalá todo estuviese igual por dentro. Puedes abandonar a tu pasado, pero él nunca te abandonará a ti. De regreso a mi cárcel personalizada, a un circo de payasos y rarezas, toda esta gente disfuncional,,, señalando y compartiendo amígdalas. Leo la señal de "prohibido ser uno mismo" y sé que estamos llegando. Prometo a este paisaje que le volveré a ver, una vez más, en sentido contrario, con un solo billete de tren y un trasbordo de avión por dos años en los que el sol no me produzca nostalgia.
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