Para. Detente. Unos segundos más. Ahora. ¿Lo oyes? Es genial, ¿verdad? Quédate un rato más, quiero hablar contigo. Hoy empiezas un año, pero mañana también, ayer hiciste lo mismo, ¿te acuerdas? Ayer te levantaste y miraste el calendario, 31 de Diciembre de 2012, ayer era un día importante, ¿realmente lo fue? Hoy es 1 de Enero de 2013, pero,,, no siento nada especial, ¿tú? Tampoco, ¿verdad? Tal vez no seamos nosotros. Llevo horas pensando qué decirte. Se supone que hoy es importante, que tengo que decir algo,,, ¿especial? Pero digamos que no hay un ambiente, tú lo sabes, yo también, ¿para qué engañarnos? Me niego a pensar que hoy empezamos un año, si quieres te dejo que vengas conmigo. Gracias, necesitaba compañía. Veamos, ¿qué día es hoy? No, año nuevo no, eso solo es una etiqueta. ¿Martes? Qué va, eso solo es un nombre. Hoy es un día importante, eso es, qué decepcionante, ¿no? Los días que se supone son importantes nunca son como los imaginas en la cabeza, y eso es bueno. ¿Te imaginas que nuestra felicidad dependiese de un calendario? No, los días normales, que empiezan como otro cualquiera, son al final los más importantes. Eso significa que nos quedan muchos momentos que marcarán el rumbo de nuestra vida, y, lo mejor de todo, que jamás podremos predecirlos. Nunca sabes cual es el día más importante de tu vida hasta que estás dentro de él. Cada vez que cierras los ojos el mundo a tu alrededor da un giro de 180 grados, y eso es precioso. Déjate llevar por este mar de acordes, no tienes porqué saber qué ocurrirá mañana, ahí está la magia.
Al igual que los lunes se empiezan las dietas, hoy es el día de los propósitos, ¿verdad? Bueno, no soy muy propenso a las tradiciones, pero está bien, hagámoslo a tu manera. ¿En qué piensas? ¿Gimnasio, estudios, tabaco? No, no, para. Lo estás haciendo mal. Mira, yo te ayudo. Relaja la respiración, lo digo en serio. Inspira. Espira. Cierra los ojos y escucha esta canción. Relaja el cuello, los hombros. ¿Ya? Estás preparado. Ahora. Haz un plan. Márcate un objetivo. Pero, de vez en cuando, mira a tu alrededor. Vive a fondo. Porque esta es tu vida, y puede que mañana se acabe. Quiero que ahora reduzcas todo lo que sientes en una palabra, una única palabra. Te dejo tu tiempo. Bien, ¿la tienes? Dímela. Yo te escucho. Quiero que me hables sin hablarme. Yo te escucharé sin oírte. Adelante, estoy aquí. No me voy. Te lo prometo.
¿Lo has dicho?
Te quiero.
Has cambiado mi vida.
Lo has dicho.
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